Aquellos que opinan que el uso de teléfonos móviles es bueno para el aprendizaje se basan en distintos puntos:

• Mayor motivación por parte de los niños a la hora de aprender.

• Ruptura de la brecha digital, al ser el dispositivo móvil más económico que un ordenador.

• Facilita la interacción entre la docencia y el alumnado, permitiendo tutorías individualizadas y el feedback entre ambos.

• Mejor acceso a fuentes académicas.

• Aprendizaje “anytime” & “anywhere”.

• Aprendizaje colaborativo.

• Mayor aprendizaje exploratorio.

• Uso eficiente del tiempo, utilización de los tiempos muertos.

• Mayor portabilidad y funcionalidad.

Por otro lado, los hay quienes opinan de forma contraria a la implantación del uso de teléfonos móviles dentro de los centros educativos, basándose en diversos puntos:

• Alto nivel de distracción.

• Bajo nivel de retención.

• Poca interacción entre docencia y alumnado.

• El tamaño de las pantallas dificultan la lectura

• Solo para casos particulares.

• Los contenidos no generan atención.

• No favorece el medio ambiente.

• No establece metas sencillas.

• Requiere habilidades de aprendizaje autónomo.

• Potencia el ciberacoso en las aulas.

 

Observando las ventajas e inconvenientes que caracterizan el e-learning, destaca principalmente el hecho de que el marco cognitivo no es compartido. Por un lado, los puntos a favor hablan solo y exclusivamente del aprendizaje y de las ventajas que puede suponer el uso de los dispositivos móviles en el mismo. Sin embargo, por otro lado, en los puntos en contra se incluye,  además del aprendizaje, el tema del ciberacoso y el uso de la telefonía móvil para llevar a cabo acciones como las amenazas o el bullying.

En conclusión, el uso de los dispositivos móviles en las aulas puede llegar a ser beneficioso para el desarrollo cognitivo y educativo de los estudiantes, siempre y cuando, todos los actores que participan de la controversia compartan los mismos objetivos a la hora de llevar a cabo un uso responsable de estos dispositivos.